Descuartizado
por Caballos
Éste método fue utilizado no
solo en la época de La Santa Inquisición sino también en España, en el continente
Asiático en general y en América en la temporada de la Conquista aplicada por
los españoles hacia los indígenas. En la actualidad, hay asesinos que siguen
utilizando este método para ejecutar a sus víctimas, pero por obvias razones se
omite el ritual que se utilizaba en esos tiempos.
Era
una tortura que se basaba en el desprendimiento de los miembros de la víctima
en cuestión por medio de ataduras con cuerdas o cadenas en los extremos de los
antes mencionados y jalados por caballos hasta lograr el objetivo, el hereje primeramente
sufría esguinces por los tirones de los animales y finalizaba como se mencionó
anteriormente con el desprendimiento de los brazos y piernas del acusado.
Este
procedimiento se ha llevado desde la pantalla chica hasta la pantalla grande
por medio de series televisivas, cortometrajes, películas y hasta videojuegos;
siendo por alguna extraña razón muy atractivos para la sociedad y de igual
forma esto se ha mencionado durante siglos en los famosos mitos que existen en
diferentes partes del mundo como Egipto, Grecia, Japón y América.
La
Cuna de Judas
Este método es conocido de
varias formas, dos de ellas son “La Cama de Judas” y “La Vigilia”, el segundo
nombre fue otorgado porque si el individuo se quedaba dormido durante el
proceso, su cuerpo se relajaba y se penetraba aún más de lo que ya se había
hecho.
Está
conformado por un asiento con forma de una pirámide con punta de acero en la
cual dejaban caer al individuo después de amarrarlo con cadenas, cuerdas y
otros aditamentos para levantarlo por los aires y colocarlo exactamente arriba
de la punta, esta caída causaba lesiones graves en el ano, vagina y testículos
de los acusados dependiendo de su sexo y se aumentaba la humillación al
realizar la tortura con el individuo totalmente desnudo.
Este
método se utilizaba para que los reos confesaran, por lo que se podía repetir
el procedimiento las veces necesarias para que el individuo hablara y
confirmara el acto cometido, había dos formas diferentes de realizar éste
trabajo, la primera era colocar a la persona de una forma delicada sobre la
punta y dejar que ella fuera bajando por su propio peso y la fuerza de gravedad
y la segunda era dejarlo caer con fuerza desde las alturas, era muy común que
se le ataran pesas a los tobillos del hereje para que cayera y se encajara el
extremo de la pirámide con más fuerza, por lo tanto, que se introdujera más
profundamente.
Por
lo regular esta tortura tenía como resultado la muerte por desangramiento, pero
si el acusado era puesto en una posición equivocada, podía causar amputación de
alguna extremidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario