domingo, 30 de noviembre de 2014

MÉTODOS DE TORTURA (Parte 6)

EL YELMO

Se le colocaba al individuo un yelmo (parte de una armadura antigua que cubre y protege la cabeza y el rostro) de metal de 40cm de diámetro, donde se introducía en la parte superior del casco, un par de ratas hambrientas, que debido a que estaban hambrientas, se alimentaban vorazmente de la carne de la cara de la víctima. 

Existían distintos yelmos, para cada parte del cuerpo, como por ejemplo, los genitales. 

Y las partes en las que se enfocaban para colocar los yelmos, eran en el rostro y los genitales. (La Santa Inquisición, s.f).


ANILLO AUTO MORTIFICANTE

Se utilizaba para impedir la erección del órgano genital masculino, donde este contenía púas en la parte interior, era una forma de sufrimiento para el hombre, generalmente para los religiosos, ya que se intentaba que alcancen un estado de perfeccionamiento moral o espiritual. 

Para la iglesia, una de sus excusas al imponer dichos castigos era que Jesús murió de manera sacrificada y con sufrimiento por nuestros pecados, de la misma manera, así la salvación del alma a través de la mortificación de la carne. (La Santa Inquisición, s.f).


APLASTA PULGARES

Se aplastaban los nudillos, falanges y uñas, dicha tortura se utilizaba para la extracción de confesiones, por un método conocido de “preguntas dolorosas”. 

El grosor de las cuerdas, número de eslabones de las cadenas, la longitud de clavos y tornillos, dependían de los grados de acusación de la víctima. (La Santa Inquisición, s.f).


AUREOLA DEL TONTO O CORONA DEL ESCARNIO CON CAMPANILLA

Era aplicada sobre aquellas víctimas que consideraban los del tribunal que se habían comportado de manera estúpida o necia hasta el punto de haber ocasionado molestias a la comunidad. 

La víctima era encadenada durante horas al palo de la picota (columna, generalmente situada a la entrada de los pueblos, que se utilizaba para exponer a los reos a la vergüenza pública, y las cabezas de los ajusticiados para que sirviesen de escarmiento), o simplemente en la plaza pública, llevando en la cabeza dicho aparato, incluso a veces obligando a la víctima, a utilizarlo mientras realizaba su vida cotidiana, lo desagradable de dicha tortura, era que las personas al verlo, lo golpeaban, pateaban, y apedreaban hasta llegar a matarlo. (La Santa Inquisición, s.f).



REFERENCIA:

  • La Santa Inquisición. (s.f). Recuperado de: http://www.blasoneshispanos.com/EspirituEdadMedia/05-La_Santa_Inquisici%C3%B3n/La%20Santa_Inquisicion.htm

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